EL OMBLIGO
Miramos y miramos nuestro Ombligo,
miramos y miramos nuestro ser;
miramos y miramos nuestra vida;
solo, solo nuestro parecer.
Centrados en nuestra alegría,
sufriendo en nuestra tristeza,
mirando nuestra penuria,
quejándonos por la existencia.
El mundo creado para nosotros,
se resiste a seguir nuestra voluntad,
el llanto y el sufrimiento
llenan de niebla nuestro cantar.
Nuestra brújula son los caprichos
que emanan del corazón,
que solo en nuestros ombligos
encontramos su razón.
¡Qué soledad!
Nuestra columna se dobla,
centrándose en lo umbilical,
sin mirar el mundo circundante.
que es nuestro ámbito natural.
Salgamos de nuestro egoísta letargo,
miremos el sol de todos con alegría,
yendo al encuentro de los hermanos
abrazándolos en mutua compañía.
El altruismo es salir del uno,
para ser el muchos constructivo;
es el camino de progreso;
en comunidad, plenifica al individuo.
El abrazo es el camino que revierte
un “ombliguismo” milenario,
que ha llevado al ser humano,
a las guerras y avatares,
de unos pocos conjurados.
El Abrazo generoso, es ese
que no mira adversarios,
pues no existen palabras insultantes
en nuestro diccionario
No hay singularidad en la pluralidad,
de las palabras hechas vivo verbo,
esas que brotan de un amoroso manantial,
¡cuya simiente es el mismo cielo!
Montevideo- 1999
Miramos y miramos nuestro Ombligo,
miramos y miramos nuestro ser;
miramos y miramos nuestra vida;
solo, solo nuestro parecer.
Centrados en nuestra alegría,
sufriendo en nuestra tristeza,
mirando nuestra penuria,
quejándonos por la existencia.
El mundo creado para nosotros,
se resiste a seguir nuestra voluntad,
el llanto y el sufrimiento
llenan de niebla nuestro cantar.
Nuestra brújula son los caprichos
que emanan del corazón,
que solo en nuestros ombligos
encontramos su razón.
¡Qué soledad!
Nuestra columna se dobla,
centrándose en lo umbilical,
sin mirar el mundo circundante.
que es nuestro ámbito natural.
Salgamos de nuestro egoísta letargo,
miremos el sol de todos con alegría,
yendo al encuentro de los hermanos
abrazándolos en mutua compañía.
El altruismo es salir del uno,
para ser el muchos constructivo;
es el camino de progreso;
en comunidad, plenifica al individuo.
El abrazo es el camino que revierte
un “ombliguismo” milenario,
que ha llevado al ser humano,
a las guerras y avatares,
de unos pocos conjurados.
El Abrazo generoso, es ese
que no mira adversarios,
pues no existen palabras insultantes
en nuestro diccionario
No hay singularidad en la pluralidad,
de las palabras hechas vivo verbo,
esas que brotan de un amoroso manantial,
¡cuya simiente es el mismo cielo!
Montevideo- 1999
© Sebastián Camacho Bentancur
