TRAICIÓN
Traición:¡Qué común eres entre los Hombres!;
¡Qué triste es tu fin y tu existencia perpetua
en las historias de los grandes!
Pues ser un grande es el poder
resistir en pie tu embestida.
Acto de los que se preciaban de amigos,
que en un destellar del tiempo
confabularon contra tu suerte
para ser más que tú.
¡Qué dolor! ¡Qué soledad!
¡Qué hiel tu sabor y qué gélida tu lanceta mortal!
Cristo te sufrió más que los clavos y los azotes,
más que las espinas de su cabeza
fueron las púas de tu beso
entregador en el huerto,
en aquella noche fría de luna.
¡Tantos te padecemos, tantos te sufrimos!
Te ensañas con los que,
ante los ojos del mundo,
nos movemos para transformar las realidades,
y tu aguijón es potente y de puntería
certera al corazón más profundo.
El Abrazo del que tú piensas muerto
es tu muerte sorpresiva, pues el Amor
Universal es justiciero, venciendo en la luz
lo entintado por tu mano mezquina.
Traición letal para la traición,
es el Abrazo de Amor generoso.
Abracemos al traidor y su traición,
aunque duela, siendo Amor el que
borre tanto egocentrismo humano.
Montevideo - 2009
Traición:¡Qué común eres entre los Hombres!;
¡Qué triste es tu fin y tu existencia perpetua
en las historias de los grandes!
Pues ser un grande es el poder
resistir en pie tu embestida.
Acto de los que se preciaban de amigos,
que en un destellar del tiempo
confabularon contra tu suerte
para ser más que tú.
¡Qué dolor! ¡Qué soledad!
¡Qué hiel tu sabor y qué gélida tu lanceta mortal!
Cristo te sufrió más que los clavos y los azotes,
más que las espinas de su cabeza
fueron las púas de tu beso
entregador en el huerto,
en aquella noche fría de luna.
¡Tantos te padecemos, tantos te sufrimos!
Te ensañas con los que,
ante los ojos del mundo,
nos movemos para transformar las realidades,
y tu aguijón es potente y de puntería
certera al corazón más profundo.
El Abrazo del que tú piensas muerto
es tu muerte sorpresiva, pues el Amor
Universal es justiciero, venciendo en la luz
lo entintado por tu mano mezquina.
Traición letal para la traición,
es el Abrazo de Amor generoso.
Abracemos al traidor y su traición,
aunque duela, siendo Amor el que
borre tanto egocentrismo humano.
Montevideo - 2009
© Sebastián Camacho Bentancur
