PROMESA MATUTINA
“Querido Padre:
En esta mañana, me presento ante Ti con mi corazón ardiendo de amor, ya que Tú, en una mañana como esta, resucitaste a Jesús de entre los muertos; hoy vengo yo para que me resucites de la muerte del pecado, y me des la alegría de hacer tu voluntad.
Sé muy bien, Padre, que has sufrido mucho, sufres y sufrirás por el abandono al que tus hijos te someten, sufres por el odio que ha anidado en el corazón delser humano, y sufres aún más, porque personas como yo, no arriesgan nada por Ti y tu voluntad.
Hoy quiero comenzar de nuevo; quiero volver a Belén; quiero ir al desierto con Cristo; quiero escucharlo en el Sermón del Monte; quiero estar firme junto a la cruz y verlo resucitado, comiendo en mi mesa.
Padre, quiero ser creíble ante tus ojos, y ser presencia viva de tu amor en medio del Mundo.
Prometo ser hermano del Hombre y la Mujer, cualquiera sean su nación, credo, religión, raza o cultura.
Prometo seguir el camino de Jesús de Nazareth, para ser hombre verdadero, sal y luz de esta tierra.
Prometo enseñar a todos sobre tu Amor incondicional y sobre la doctrina de la Unidad.
Prometo esforzarme por ser lo que Tú quieres que sea: TU HIJO PLENO.”
AMÉN.
Versión del ano 2001,
© Sebastián Camacho Bentancur
ORACIÓN DE CONSUELO DEL PADRE CELESTIAL
Cuando tu corazón esté inquieto,
y la incertidumbre sea una en ti.
Cuando dudes si es el camino correcto,
o pienses haber traicionado a tu gente.
Cuando el dolor de la duda carcoma tus huesos
y tus ojos no se puedan abrir.
Cuando las lágrimas corran por tus mejillas
y la garganta en nudo tengas.
Cuando tus cimientos más firmes se hagan polvo
y la certeza sea duda y confusión.
Te aconsejo, no te rindas
y no pares de cantar tu canción.
Buenos Aires, Argentina (enero de 2001)
“Querido Padre:
En esta mañana, me presento ante Ti con mi corazón ardiendo de amor, ya que Tú, en una mañana como esta, resucitaste a Jesús de entre los muertos; hoy vengo yo para que me resucites de la muerte del pecado, y me des la alegría de hacer tu voluntad.
Sé muy bien, Padre, que has sufrido mucho, sufres y sufrirás por el abandono al que tus hijos te someten, sufres por el odio que ha anidado en el corazón delser humano, y sufres aún más, porque personas como yo, no arriesgan nada por Ti y tu voluntad.
Hoy quiero comenzar de nuevo; quiero volver a Belén; quiero ir al desierto con Cristo; quiero escucharlo en el Sermón del Monte; quiero estar firme junto a la cruz y verlo resucitado, comiendo en mi mesa.
Padre, quiero ser creíble ante tus ojos, y ser presencia viva de tu amor en medio del Mundo.
Prometo ser hermano del Hombre y la Mujer, cualquiera sean su nación, credo, religión, raza o cultura.
Prometo seguir el camino de Jesús de Nazareth, para ser hombre verdadero, sal y luz de esta tierra.
Prometo enseñar a todos sobre tu Amor incondicional y sobre la doctrina de la Unidad.
Prometo esforzarme por ser lo que Tú quieres que sea: TU HIJO PLENO.”
AMÉN.
Versión del ano 2001,
© Sebastián Camacho Bentancur
ORACIÓN DE CONSUELO DEL PADRE CELESTIAL
Cuando tu corazón esté inquieto,
y la incertidumbre sea una en ti.
Cuando dudes si es el camino correcto,
o pienses haber traicionado a tu gente.
Cuando el dolor de la duda carcoma tus huesos
y tus ojos no se puedan abrir.
Cuando las lágrimas corran por tus mejillas
y la garganta en nudo tengas.
Cuando tus cimientos más firmes se hagan polvo
y la certeza sea duda y confusión.
Te aconsejo, no te rindas
y no pares de cantar tu canción.
Buenos Aires, Argentina (enero de 2001)
© Sebastián Camacho Bentancur