martes, 21 de septiembre de 2010

HUMILLACIONES - "Abrazo al Mundo" - Mons.+++ Sebastián Camacho


HUMILLACIONES

Mis manos que parten pan,
y traen a Cristo a la mesa de los pobres
son lastimadas por las lenguas de fuego
de grandes teólogos, que velan
por el crucifijo, y niegan al resucitado.

Mis Iglesias son de chapa y paja,
de bloque y barro,
de palos de monte y arpillera.
Mis templos son luminosos
aunque sus adornos y mayólicas
son la pobreza, el trabajo y la esperanza.

Nadie molesta a los monarcas,
desde sus altares humanos,
se irritan con nuestra sola presencia,
pues abrazados a los pueblos oprimidos
caminamos rumbo a la libertad, que ellos temen.

¡Son locos! ¡Son falsos Profetas!¡Son Pecadores!
Son algunas de las piedras morales que nos arrojan
por ser amigos de Cristo, al que ellos adoran,
aunque obran en forma opuesta al Mensaje
de aquel humilde Nazareno.

Somos felices, cuando no nos miran con agrado
Somos felices, cuando no nos toman en cuenta
para las grandes reuniones de opresores;
pues la gran asamblea no es allí, en el palacio,
sino donde el pueblo se está congregando: en la huerta.

Cada día somos MÁS, y los Abrazos se multiplican
y los muros del prejuicio son arrasados por el amor
tangible de Dios en nuestra Comunidad.

Nos temen aquellos que a la luz le huyen;
nos atacan los dogmáticos que excluyen;
nos respetan los sabios y prudentes;
nos abrazan los humildes y humillados;
nos aman los que a Dios aman y conocen.

Somos felices cristianos, que sabemos
que Cristo parte su pan en nuestra mesa,
no para nosotros, ni para aquellos,
sino para Todos los Seres Humanos.




Felices seremos cada vez que nos humillan y persiguen
por predicar la Buena Noticia del Amor
de Dios para Todo y Todas;
ese Amor sin exclusiones ni diferencias;
ese Amor que tiene su origen solo en Dios.

El Dios de los TODOS es el que camina con nosotros.

¡Ven, y caminemos juntos en el Abrazo!

Montevideo – 2007


© Sebastián Camacho Bentancur